Hoy hace 29 años del intento de golpe de estado encabezado por ciertos miembros de la cúpula militar e instrumentalizado por un teniente coronel de la guardia civil llamado Antonio Tejero Molina.
En el momento del asalto al Congreso se estaba llevando a cabo la votación para la envestidura de Leopoldo Calvo Sotelo Ibartelo como presidente del gobierno (UCD).
En Valencia los tanques salieron a la calle.
La población en general vivió la situación con miedo e incertidumbre, pendientes de las noticias que llegaban desde la radio y la televisión hasta que el Rey acabó con esa incertidumbre a través de una aparición pública en TV posicionándose a favor de la constitución y condenando el golpe de estado.
En el Congreso cuando acabó todo, los golpistas intentaban escapar por las ventanas para evitar la cárcel.
En Navarra, en la zona norte, la gente vivió la situación como una involución, pensando que iban a tener que marcharse al exilio de nuevo.
En algunas casas incluso se acordaban de cuando tuvieron que ir a la guerra.
En la zona media el golpe la gente lo vivió todos pendientes de la tele y la radio, con mucha tensión.
Los que estaban en movimientos de izquierdas llegaron a temer por su vida, si les encarcelaban por triunfar el golpe.
En la zona de la Ribera, dos vertientes, había gente que pasó por los cuarteles de la guardia civil a pedir armas para luchar, y otra parte, comenzó el camino hacia las Bardenas para huir.
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